
Puede que sea blanca,
pero es más azul, más verde y de tierra.
Azul como el mar, como los recuerdos
que vuelan al viento, detrás de los sueños.
Verde de algarrobos, de campos y pinos,
verde de tus ojos, de cientos de olivos.
Tierra de tu carne, tierra de caminos,
que marcan la senda del amor furtivo,
siguiendo la huella que borró el olvido.
Y tú estás allí, detrás del silencio,
detrás de la tarde, detrás de un suspiro.
Puede que sea blanca,
pero es más azul, más verde y de tierra,
como las estelas del mar sobre el tiempo,
como las colinas, como las higueras...
como la sombra de un beso en el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario