
Refugiada en la sonrisa
para esconder la tristeza,
deshojas rosas azules
que florecen en tus manos,
acariciando una sombra
que amanece y no se nombra.
Lo que te cuenta la noche
lo has vivido en el deseo
y el corazón se te escapa
de tu pecho y de tu casa,
para volar hasta un sueño
por el que llora tu almohada.
Será un sueño olvidado?
ResponderEliminarGracias Paco!
¿O, tal vez, un olvido soñado...? ;-)
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