viernes, 18 de noviembre de 2016
Pintadas de plata
A veces las rosas se cubren de nieve.
Son rosas cansadas, sin odio ni orgullo,
que reflejan luces de estrellas lejanas,
de estrellas muy blancas, con hielo en el alma
y un velo que esconde remotos placeres,
tan suaves y breves como aquel murmullo
de sombras sutiles, de caricias leves,
calladas... dormidas en la madrugada
urgente del sueño, del dolor profundo,
amargo recuerdo de besos al alba.
A veces las rosas se pintan de plata,
te ofrecen el dulce rumor de un susurro
que surge en silencio, discreto y oculto,
de pétalos rojos bordados de muerte.
Son rosas cansadas... pintadas de plata.
Fotografía: Elena Potyeva.
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