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miércoles, 21 de diciembre de 2016

Sombras de Navidad (recitado por Rafael Turia)

Con imágenes de Josef Sudek y la voz de Rafael Turia...



La Navidad brilla triste
bajo las luces y el cielo,
la esperanza es un recuerdo
en una sombra escondido,     
y tus ojos un espejo
azul, lejano... tranquilo.

Tras la cerrada ventana
se escucha un coro de niños
en esta noche apagada
por la soledad y el frío...

Se está muriendo diciembre.

La vida duerme callada        
y el corazón, más herido,
con su latido nos cuenta
que ya no quedan estrellas     
entre tu pecho y el mío.

Mira la luna... ¡qué negra!
Y la soledad se alarga
por el valle de la niebla,
del amor... y del olvido.
            

viernes, 16 de diciembre de 2016

Con el viento (recitado por Rafael Turia)

La voz de Rafael Turia y las fotografías de José Luis López Moral engrandecen un poema de sueños olvidados y besos perdidos...



Están volando los sueños
con el viento de un suspiro
que se escapa de unos labios
dulces, amargos y esquivos.

La noche los ha sellado,
pero un rumor de jazmines
trepando por su ventana
ha despertado el aroma
de unos besos, ya lejanos,
que se quedaron cautivos
en un jardín olvidado.

Ya el futuro se ha dormido
en los brazos de un te quiero
y se mece en el recuerdo
de quien tú nunca has amado.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Pintadas de plata















A veces las rosas se cubren de nieve.
Son rosas cansadas, sin odio ni orgullo,
que reflejan luces de estrellas lejanas,
de estrellas muy blancas, con hielo en el alma
y un velo que esconde remotos placeres,
tan suaves y breves como aquel murmullo
de sombras sutiles, de caricias leves,
calladas... dormidas en la madrugada
urgente del sueño, del dolor profundo,
amargo recuerdo de besos al alba.

A veces las rosas se pintan de plata,
te ofrecen el dulce rumor de un susurro
que surge en silencio, discreto y oculto,
de pétalos rojos bordados de muerte.
Son rosas cansadas... pintadas de plata.



Fotografía: Elena Potyeva.

sábado, 5 de noviembre de 2016

La casa que duerme



Fue tan dulce la tristeza
que el otoño llegó tarde,
sembrando el dolor de estrellas
para que al fin, lentamente,
la noche se hiciera grande
y las sospechas certezas.

El olvido creció fuerte
bajo las ramas desnudas
del silencio y de la fiebre,
entre paredes cubiertas
por la sombra de una duda
que se quedó para siempre.

Y la soledad espera,
con su brisa amarga y leve,
a que los sueños escapen
de esa casa que ya duerme,
sin amor ni primavera,
sobre la seda y la muerte.



Fotografía: José Luis López Moral.

lunes, 3 de octubre de 2016

Viento a favor















Cuando a tu favor soplaba
el viento azul del destino
hasta en sueños te besaban
las Pléyades y Cupido.

Tus cabellos se enredaban
entre nubes y suspiros
y eran de miel y melaza
tus ojos y tus olvidos.

Pero la luna se apaga
cuando el cielo está cautivo
del dolor y los fantasmas,
de la soledad y el frío.

Y ahora el otoño te llama,
con su silencio encendido,
deshojando la esperanza
para empujarte al vacío.



Ilustración: Marcos Carrasco (detalle).

lunes, 26 de septiembre de 2016

¿Me equivoco?
















Tú nunca me quisiste, ¿me equivoco?
Solo fueron relámpagos fingidos
los que lanzó tu pecho, protegidos
por un falso dolor que vale poco.

Y yo que aseguraba, ¡pobre loco!,
que siempre escucharía los latidos
de aquel ferviente ardor, hoy ya perdidos
en la tibia neblina del siroco.

La luz de la tristeza te ilumina
detrás de tu soberbia engalanada
con dulzura, sonrisas y promesas.

Y se mueren de tedio, de rutina
esos ojos, sin brillo en la mirada...
y tus labios, que olvidan lo que besas.



Ilustración: Yin Xin, Venus after Botticelli, 2008

viernes, 9 de septiembre de 2016

Luna nueva














Luna nueva que no alumbras
en el cielo al peregrino
y que sin piedad te ocultas
en la noche del olvido:
despierta ya de tu sueño
para que encuentre el camino
de regreso hasta el recuerdo,
donde se quedó escondido
el beso que nunca diste,
cuando aquel lucero herido
despertó en tu pecho triste
a un corazón dolorido.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Dilema huracanado

Huracán de fiereza incontrolada,
galerna furibunda y desmedida,
ciclón que arranca noches a la vida,
tormenta fulminante, despiadada...

Estepa solitaria abandonada,
amargura errante y dolorida,
desierto en una tierra prometida
y duelo ensombrecido en la mirada.

Dilema en el umbral de la locura
por el amor fugaz de una quimera
que enciende las estrellas con su vuelo:

¿Vivir hasta que explote tu cordura
para sufrir la ausencia que te espera,
o morir sin haber rozado el cielo?


Fotografía: Johann Ryno de Wet (detalle).

jueves, 1 de septiembre de 2016

Rojo

Bajo un cielo enrojecido
por un sueño de tormenta,
las flores de los almendros
se han disfrazado de estrellas
para esconder el olvido
de las caricias del viento.

Todo es rojo, amargo y cierto:
mi dolor, la herida abierta,
el silencio de un camino
que se funde con la niebla...
y los besos fugitivos
bordados con nuestro aliento.

Sangre roja como el fuego
que ilumina con su brillo
el lienzo de nuestras penas,
florecidas en la espera
de un amor que se ha perdido
en las sombras del recuerdo.

jueves, 18 de agosto de 2016

Luna que no espera

La luna nunca te espera.

Aparece, brilla, mata...
te desgarra las entrañas
su palidez tan morena.
Y cuando quieres buscarla
se escapa del horizonte
para jugar con tus penas.

Como un canto de sirena
en su ausencia te reclama
y en la noche no la encuentras,
cegado por las estrellas,
que inundan tus ilusiones
de soledades calladas.

La luna nunca te espera.
Se cuela por tus balcones
con su sonrisa de plata
para que sueñes con ella
creyendo que no te engaña...
y olvidando sus traiciones.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Me gusta

Me gusta que la mañana
deshilvane tu recuerdo,
que parezca azul el viento
y que finjan los cerezos
floreciendo con sus alas.

Me gusta volar ligero
sobre esas leves montañas
que surgen sobre la calma
de un valle de trigo y plata
en el que nada es eterno.

Me gusta de madrugada
que me mientas con tus besos
cuando, soñando que duermo,
parece atrapado el tiempo
entre el pecho y la garganta.

Me gusta ver un reflejo
de nostalgia en tu mirada
al despertar con el alba,
junto a esas nubes tan blancas
que traicionaron al cielo
y derraman su veneno
en la trastienda del alma.

lunes, 1 de agosto de 2016

Disculpa perfumada

Ella me dijo que el invierno es largo
y que el amor brota de madrugada,
con un dulzor de espliego en la mirada
que despierta a la noche del letargo.

Puede que sea verdad. Y, sin embargo,
la sombra del recuerdo, ayer dorada,
se convierte en disculpa perfumada
de un sueño evaporado, me hago cargo.

Las dos claras luciérnagas azules
que escaparon de un cielo adormecido
son ya presa del viento y la fortuna.

Se acabaron las sedas y los tules,
pero aún quedan jirones de un olvido
disfrazado de estrellas y de luna.



Fotografía: Paco Farero.

jueves, 21 de julio de 2016

Detrás de esa reja















Detrás de esa reja duerme
un sueño que nunca cesa...
que respira primavera
desde abril hasta noviembre.

Un sueño dulce, que mece
su nostalgia y su tibieza...
que sufre, calla y espera
tardes para siempre ausentes.

Pero el hierro sigue firme
y el muro se yergue altivo,
despiadado... inaccesible.

Fuera el mundo ha florecido,
dentro la vida es más triste...
y mi amor es tu castigo.

martes, 19 de julio de 2016

Algunos ríos


Algunos ríos son mares.
Mares de miedo y vacío,
inmensos, interminables...
son espejos que te miran
desde el fondo del destino,
que no reflejan la vida
ni la luz de aquellas tardes
de viento, sol y suspiros.

Algunos mares son lagos.
Lagos muertos... o dormidos,
amargos pozos de llanto
que se inundan cada noche,
en el corazón perdidos.
Y si la luna se esconde
es porque el cielo, cansado,
ya no sueña con su brillo.

Algunos lagos son ríos...
que se alejan del recuerdo
por los campos del olvido.



Fotografía: 'Fleuve Niger' (Stéphane Louis).

jueves, 30 de junio de 2016

Allí quedaron sus labios

Sentí el beso del silencio,
un beso lejano y frío,
al abrigo de una sombra
que fue manantial de olvido.

Allí quedaron sus labios,
a salvo de los suspiros,
del canto de las alondras...
y del amor escondidos.



Fotografía: José Luis López Moral.

sábado, 25 de junio de 2016

Soneto a una mañana sin azul


No queda azul que encienda la mañana;
ya se esconde la luz bajo unos besos
que, de tanto esperar, quedaron presos
en el dulce sopor de la desgana.

Y, en la suave penumbra cotidiana,
el miedo y el dolor salen ilesos
del amor, el silencio y los excesos
de un pasado de fuego y obsidiana.

El gran espejo negro que alimenta
los pálidos relámpagos del sueño
se olvidó de tus noches de tormenta.

Hoy pasa la luna, orgullosa y lenta,
sobre el recuerdo cansado y pequeño
de un suspiro fugaz que ya no alienta.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Flores negras














Ya no nos busca la luna
con su mirada encendida
cuando despierta, sin prisa,
del sueño triste de mayo.

En la cárcel del orgullo
se quedaron sus reflejos,
prisioneros de un otoño
encadenado al recuerdo.

Flores negras que tapizan
la soledad de la noche
y en las entrañas germinan,
esperando que esa luna
se levante sobre el miedo
de las sombras del silencio
y se mire en nuestros ojos
para dar luz al invierno.

martes, 17 de mayo de 2016

Cuando el dolor amanece

Flor de humo fue aquel beso,
estrella sobre la nieve
que, en su sueño, ya no quiere
despertar en el recuerdo
cuando el dolor amanece.

Tormenta fugaz y leve
que voló con el invierno,
y en el silencio devuelve
los latidos a la fiebre
y el corazón, al destierro.

martes, 3 de mayo de 2016

Si florecen los castaños

















Si florecen los castaños
cuando la luna te mira,
¿por qué cuando llega mayo
no quieres que te recuerde
las luces de fuego y nieve
que brotaban, escondidas,
en aquellos ojos claros,
luchando con tu sonrisa?

Son flores de satén blanco,
sobre las verdes cenizas
de un amor que fue un milagro,
improbable, dulce y breve,
protegido por la muerte
de una sombra fugitiva,
dormida en nuestro pasado
y leve como la brisa.

lunes, 25 de abril de 2016

Abrazos extraños













Abrazos extraños,
tan dulces, tan tristes...
resulta imposible
sentirlos lejanos.

El tiempo, cansado,
se olvida que fuiste
fulgor invisible...
delirio temprano.

Y allí, en el deseo,
te buscan sin prisa
la noche y el sueño.

Te llama el recuerdo,
perdido en la brisa...
dormido en tus besos.


Ilustración: Marcos Carrasco.
www.marcoscarrasco.com

jueves, 14 de abril de 2016

Esperaré (recitado por Rafael Turia)

Un poema que adquiere un sentido más profundo e intenso, cuando lo escuchamos en la excepcional voz del maestro Rafael Turia...



Esperaré.
Esperaré hasta que el mar y la luna
lleguen a cubrirte con su espuma,
a que vuelvas a soñar una mañana
que la noche es triste, y que en la bruma
hay una sombra oculta que te llama
y te envuelve con su voz dulce y oscura.                                
                                                                                             
Esperaré a que el sol encienda el valle,
a que crezcan los volcanes de la tarde,
derritiendo el horizonte con su aliento.
A que sueñes otra vez, sin despertarte,
que has escrito en las nubes del recuerdo
lo que siempre me dices al mirarme.

Esperaré a que vueles hacia dentro,            
a que vengas al encuentro
de tus ojos, de tu piel y de tus manos,
a que escuches a la hoguera de tu cuerpo
descargando la tormenta de tus besos
sobre el campo desierto del silencio.

sábado, 9 de abril de 2016

Flor de romero













Mira el jardín desolado
donde duermen los recuerdos
bajo la tierra y el tiempo.

Como torres imponentes,
entre la ausencia y el llanto
lo vigilan los cipreses,
centinelas despiadados
de lo que nunca amanece.

En este jardín inmenso
hasta el dolor es lejano:
las horas se vuelven meses
y las semanas son años...
Aquí descansa el invierno
cuando marzo palidece,
olvidado de septiembre
y del calor de tus manos.

Escucha el canto del viento,
recuerda tu amor cansado...
¿Por qué ya no quedan sueños
cuando florece el romero?

Y, en la lápida de mármol,
dibuja la lluvia un beso
que, en la mañana, parece
una lágrima que muere.



Fotografía: Antonio José Ortiz Ruiz.

martes, 22 de marzo de 2016

Esa infeliz primavera

Esa infeliz primavera
que, acurrucada en el suelo,
se esconde de tu mirada
refugiada entre las zarzas
y no quiere alzar el vuelo,
florece, triste, a la espera
de que lluevan las estrellas
que nacieron en tu pecho
y se olvidaron del cielo.

¡Qué lejos está tu playa
y qué largo es nuestro invierno!



Fotografía: José Luis López Moral.

lunes, 14 de marzo de 2016

He aquí el mar

Sentado sobre el viento,
frente a la roca soberbia y obstinada,
lo contemplo, varado en el recuerdo,
y veo un mar desconocido.

Un mar que no es azul,
ni verde... ni turquesa.
Y que tampoco brilla en la nostalgia
del reflejo incandescente de una estrella.

No ruge con furia incontrolada,
ni llega, manso y reposado,
hasta esa playa que añora
la caricia de una espuma clara
que hoy flota en el dolor lejano
de una brisa arrebatada y seductora.

He aquí el mar. Y la tristeza.
Vigilantes oscuros en la sombra
de unos ojos que lloran
sin lágrimas ni penas.

No tiene luz.
No es verde... ni turquesa.
Solo es un mar que espera, sin azul,
a que el silencio se vuelva primavera.



Fotografía: José Luis López Moral.

martes, 8 de marzo de 2016

Dulces campos de tristeza











Suave fulgor de un silencio
que adormece nuestros sueños,
cubriendo con sus estrellas
dulces campos de tristeza.

Tormenta tan breve y blanca,
de versos que languidecen
bajo un cielo en el que vuelan
mil luciérnagas de nácar.

Hoy nieva sobre aquel tiempo
de nubes blandas... aladas,
bordadas con sentimientos
de seda negra y de plata.

Y en la niebla ese destello
de la mirada de Venus...
¿es un lucero que espera
o un beso que no regresa?



Fotografía: Michael Benson.

jueves, 18 de febrero de 2016

Soneto de pálida luz




Busqué el amor y lo encontré escondido
en el seco dolor de la amargura,
sabiendo que palpita en la tortura
de un sueño que reposa en el olvido.

Busqué el amor y lo encontré perdido,
navegando en el mar de la locura,
frente a la costa violenta y oscura
del orgullo feroz y desmedido.

Un rayo se fugó de mi garganta
y fue pálida luz en la tormenta
del miedo, la tristeza y el quebranto.

Pero es densa la niebla, y no levanta
del valle de un amor que ya no alienta
y pregunta por qué te quise tanto.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Un chopo en invierno



Desnudo, viejo y cansado,
permanece erguido el chopo en su destierro,
esperando entre la luz desvanecida
el regreso del recuerdo de un verano
desbordado de amapolas y de espigas.

–Hoy ya es nunca –canta el viento...
Y unas nubes de nostalgia adormecida
le acompañan, sin memoria, en su lamento,
derramando desde el cielo sus heridas
sobre el campo seco y rojo del invierno.



Fotografía: José Luis López Moral.

martes, 9 de febrero de 2016

De mármol

Reposaba en el silencio
de aquel jardín tan extraño,
entre el frío de un misterio
y la soledad del mármol.

Sobre la piedra sentada
miraba hacia su pasado.
La espalda, desnuda y blanca,
el orgullo, abandonado,
y los recuerdos, de plata,
dormidos en su regazo.

Los cipreses y la tierra
eran ya eterna morada
de siete estrellas de piedra,
por la soberbia labradas
en sueños de amor y guerra
de los que no despertaba...

Y allí espera, en el silencio,
bajo el manto del olvido,
erguida sobre el desprecio
y esclava de su destino.

lunes, 1 de febrero de 2016

Iguales



















Éramos iguales.
Como dos robles fuertes, erguidos,
a salvo del miedo y del olvido.
Éramos valientes, orgullosos,
eternos, invencibles, altivos...
libres de dolor, como inmortales
y soberbios dioses de un olimpo
atemporal, firme y luminoso.

¿Éramos iguales?
Del amor, ya en el páramo oscuro,
hoy juramos los dos al destino
que fue el otro quien se hizo distinto,
agotado el cariño profundo
por la niebla que oculta el paisaje
tras el viento fugaz de un suspiro
que ha cubierto de polvo el camino.

Éramos iguales.
Como dos robles fuertes, altivos...
Y aquí estamos: callados y heridos.


Fotografía: José Luis López Moral.

martes, 26 de enero de 2016

Confusas, revueltas...















Confusas, revueltas,
teñidas de azufre
conservas las sombras
que ayer fueron luces...

Martirio de rosas,
de rosas que sufren
detrás de una reja
silenciosa y sorda...

Hoy cierras las puertas
al tibio perfume
de las noches dulces,
ahogando su aroma
en las aguas negras
del odio que cubre
pasiones y rocas.

Yo sé lo que ocurre:
tus alas de alondra
te piden que vuelvan
las tardes azules...
y, tristes, se alejan
llorando las nubes,
al ver cómo huyes
despacio, orgullosa
de tus siete estrellas
oscuras y presas.

Y, al final del túnel,
la soberbia espera,
altiva, celosa...
clavando sus cruces
en valles y sierras,
apagando antorchas
e izando banderas
en playas sin olas,
en sueños que vuelan...
fantasmas de octubre,
dolor y tristeza.

jueves, 21 de enero de 2016

Llueve (recitado por Rafael Turia)

La extraordinaria voz del gran Rafael Turia da una nueva y emocionante dimensión a este poema...




lunes, 18 de enero de 2016

Aguamarinas, tristeza y zafiros

Aguamarinas, tristeza y zafiros
se reflejan en las cansadas luces
de un manantial de lágrimas azules,
atrapado en la sombra del olvido.

Hoy me ofreces calor, ayer fue frío...
y mañana, permíteme que dude,
no sé si volarán rayos y nubes
o tu cielo será dulce y compasivo.

La noche te protege del engaño
cuando tus besos brillan con la luna
y el dolor se adormece entre tus brazos.

Pero Venus insiste en su locura
y devuelve los sueños al pasado,
recordando tu amor... y mi amargura.