Sentí el beso del silencio,
un beso lejano y frío,
al abrigo de una sombra
que fue manantial de olvido.
Allí quedaron sus labios,
a salvo de los suspiros,
del canto de las alondras...
y del amor escondidos.
Fotografía: José Luis López Moral.
jueves, 30 de junio de 2016
sábado, 25 de junio de 2016
Soneto a una mañana sin azul
No queda azul que encienda la mañana;
ya se esconde la luz bajo unos besos
que, de tanto esperar, quedaron presos
en el dulce sopor de la desgana.
Y, en la suave penumbra cotidiana,
el miedo y el dolor salen ilesos
del amor, el silencio y los excesos
de un pasado de fuego y obsidiana.
El gran espejo negro que alimenta
los pálidos relámpagos del sueño
se olvidó de tus noches de tormenta.
Hoy pasa la luna, orgullosa y lenta,
sobre el recuerdo cansado y pequeño
de un suspiro fugaz que ya no alienta.
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