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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Hay noches

Hay noches en que el alma
respira tempestades.
Son noches sin palabras,
desiertas y calladas,
que duermen los suspiros
y encienden huracanes.

Hay noches despiadadas,
sin astros y sin luces,
como esa mano helada
cuya caricia apaga
recuerdos y latidos
tan tristes y tan dulces.

Hay noches desbordadas
de sueños y de heridas
que mueren en mañanas
recónditas y extrañas,
perdidas entre olvidos...
y ocultas entre espinas.

martes, 11 de diciembre de 2012

Amores vacíos

Un beso que rompe la madrugada
y unos ojos cerrados a un pasado
transparente, profundo y despiadado
que se quedó atascado entre la nada.

Y, en tus revueltos sueños enganchada,
el recuerdo amanece en tu costado,
tras el dulce rumor de lo olvidado
por la esquiva pasión de tu mirada.

Tus amores vacíos se han dormido
en el humo lejano de tus besos
y el corazón ya apaga su latido.

¡Triste final para mis pobres huesos,
entregados al resplandor perdido
de aquel futuro que los hizo presos!

domingo, 18 de noviembre de 2012

Luna de octubre



Llora la luna en octubre,
herida por el otoño
y oculta por siete nubes
que amanecen cada noche,
escondiéndose en mis ojos
entre lágrimas y luces.

Luna de octubre manchada
con la sombra de una estrella
que cambió sus tardes dulces
por amargas madrugadas,
bordadas sobre las cruces
olvidadas en tu almohada.

Se apagó el brillo de seda
que acariciaba el futuro
cuando en el alma nevaba...
y el cielo ya es más oscuro
para esa luna que espera
en su tristeza clavada.

domingo, 21 de octubre de 2012

Granada

Granada duerme cautiva
de un sueño lejano y muerto,
que brota como una fuente
en la noche de un recuerdo
tan liviano como eterno.

Cristal que flota en el tiempo
y en sus murallas refleja
el resplandor, aún candente,
de una luna que se aleja
entre sollozos y quejas.

Yo ese sueño lo he soñado
en una tarde robada
a los jardines del miedo,
mientras mis ojos hablaban
y su corazón callaba...

Luego el dolor se hizo viento
y siete estrellas cantaban
acariciando promesas
que el cielo me regalaba
y la mañana borraba.

Sueña Granada que duerme,
desbordada de belleza...
y se olvida que en sus sueños
las esperanzas son penas
y el Darro ya no la besa.

lunes, 15 de octubre de 2012

Tres mentiras

Una lágrima callada
en el hielo ha florecido,
escapando del desprecio
de un amor desfallecido
que se murió en el silencio
y tres veces ha mentido.

La primera fue a la sombra
de unas alas que volaban
sobre tardes ya lejanas,
huyendo de su castigo
entre mimosas y alondras
que negaban su destino.

La segunda en un suspiro,
que me llegó de su pecho
tan triste como fingido...
y suave como ese beso
que se durmió entre amapolas,
despertando en el vacío.

La tercera, una mirada
de nieve, viento y rocío
que amaneció, sin saberlo,
entre el invierno y el frío...
Tres mentiras tatuadas
en la noche del olvido.

sábado, 6 de octubre de 2012

Octava irreal

Una octava real que languidece,
un vendaval feroz que ya no brama,
un beso amanecido que perece
y el orgullo marchito que te llama
son sueños de un pasado que merece,
apagando el rescoldo de aquel drama,
talar los tristes bosques del olvido
y recordar la luz de lo prohibido.

lunes, 1 de octubre de 2012

Desierto de silencio

A lo lejos,
desde el fondo del desierto del silencio,
amanece, entre tus breves colinas,
la memoria de una tarde prometida
que ilumina los latidos de tu pecho
y acaricia el dulce valle de Afrodita.

Si me acerco,
el sendero se retuerce entre los sueños
y se pierde en una aurora fugitiva
que renuncia a tu pasado y a la vida,
alejando de los ecos del recuerdo
lo que nunca fue verdad ni fue mentira.

Cuando llego,
solo quedan los rescoldos de aquel fuego
que encendieron, entre el polvo, las heridas
y hoy son sombras de ilusiones, ya perdidas,
en el aire transparente de ese cielo...
que protege nuestro amor a la deriva.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Acacia solitaria















Acacia de las tardes encendidas,
solitario espejismo del olvido
que reduce a reflejos lo vivido
y devuelve el dolor a las heridas.

Esas viejas pasiones escondidas
tras la luz de un otoño estremecido
iluminan el árbol, hoy dormido,
que dio sombra al desierto de dos vidas.

Solo quedan caminos en el cielo,
flotando entre recuerdos y tristeza,
sobre besos que yacen en el suelo.

Lejanos horizontes de belleza
y un amor incapaz de alzar el vuelo,
enredado entre el tiempo y la pereza.

viernes, 31 de agosto de 2012

Lunas azules

Lunas azules, cansadas,
que iluminan la tristeza
de tantos sueños perdidos
en los mares de la noche,
ocultando entre las rejas
de las prisiones del tiempo
los tibios amaneceres
que humedecieron mis ojos
con el llanto de mil versos.

Lunas azules que lloran
aguamarinas heladas
por el azote del viento
mientras escuchan, calladas,
las espinas de un lamento
que vuela con alas negras
sobre colinas y cerros,
sin alcanzar su destino
ni llegar nunca a tu pecho.

Lunas azules de agosto,
encendidas en el cielo
y repetidas dos veces
entre luceros y besos.
Lunas que viajan muy lejos,
pero que vuelven colgadas
entre nubes y recuerdos
para congelar el alma
con la luz de su reflejo.

viernes, 17 de agosto de 2012

A veces el mar

A veces el mar
me recuerda el silencio.

La noche no llega
y el sol se hace bronce
detrás de unas olas
que lucen reflejos
de amargas corazas...
Silencio de tardes
bañadas en cobre,
bruñido por besos
robados al aire.

A veces el mar
me recuerda el silencio.

El lento presagio
del metal que cubre
con su brillo tibio
las aguas y el viento,
la arena y el tiempo...
Delfines alados
que vuelan sin dueño
buscando las sombras
de olvidos y sueños.

A veces el mar
me recuerda el silencio.

sábado, 21 de julio de 2012

Bosque de bambú

Tuve un bosque de bambú,
tan verde como imposible
y tan alto como un sueño.
Era un laberinto amargo
que tus ojos olvidaron
de tanto mirar al cielo,
como las cañas el suelo.

Nunca supe si eran buenos
esos versos como lanzas
ni el fulgor de aquellos besos
que resuenan en mi alma
como el viento entre las cañas,
acariciando recuerdos
y clavándose en mi espalda.

Hoy solo queda la sombra
de esa luz que atravesaba
hojas, troncos y esperanzas,
para flotar, suave y lenta,
en las tardes de aquel bosque
que está dormido por siempre...
pero que siempre despierta.

miércoles, 4 de julio de 2012

Media luna llena


Ya murió la luna llena
tras el reflejo lejano
de aquel azulado espejo
que iluminaba mis manos
mientras soñaban los seises,
en los sietes enredados.

Las noches ya no son largas
cuando no estás a mi lado,
solo retumba en silencio
el dolor de mi costado,
susurrando sus latidos
suaves sueños olvidados.

jueves, 7 de junio de 2012

Volveré

Volveré a dormir sobre esas dunas,
que son cuna de delfines y sirenas.
Nadaré sobre las olas de canela,
bautizando siete estrellas con la espuma
de mi nave, que navega sin cordura
por los mares de la noche y de la espera,
desprovista de aparejos y de velas.

Hoy son islas lo que ayer fueron volcanes
y su lava se hizo miel en sus laderas,
y se funde con los besos que atraviesan
arrecifes y tormentas y huracanes,
reposando en la ensenada de una tarde
escondida entre caricias y lunares
que ilumina mi amargura y tu ceguera.

martes, 5 de junio de 2012

Versos salpicados

Salpicado de unos versos
por los que nunca has llorado,
he llegado a una mañana
enredada en el lamento
monocorde de campanas
que se empeñan en cantarme
la amargura de los sueños
y la miel de los luceros.

Lejanas odas a Juno
acarician la nostalgia
de siete jazmines blancos
que duermen sobre la arena
de una playa de canela,
tan suave como la brisa
que besaba aquellos montes
antes de volar al cielo.

La luna ha entrado en menguante
y en ella muere el reflejo
de unas nubes que no pueden
ocultar el sentimiento
con sus plumas de letargo
ni cubrir con humo el fuego
que se desprende en la noche
por el abismo del miedo.

lunes, 28 de mayo de 2012

Veletas encendidas

Quiero olvidar aquel sueño
y repartir los recuerdos
colgados en mi memoria
por las nubes de mil cielos,
lejanos como los besos
que giraron en la noria
de la feria de tu pecho.

No quiero seguir soñando,
ni dormido ni despierto,
mientras lloran las alondras
que vuelan desde mis ojos,
sin saber si están cantando
porque me roza tu aliento
o susurran que estoy muerto.

Pero sigo con él dentro,
dando vueltas en las alas
de los molinos del tiempo.
Son veletas encendidas
que señalan al destierro
y se clavan en el alma
como rayo en el desierto.

martes, 22 de mayo de 2012

A través de tu reflejo

A través de tu reflejo
puedo verlo.
Puedo ver el verde espejo
que se esconde en el aliento
de un arroyo de cuchillos.

El cristal y los suspiros
que flotan bajo la brisa
son esmeraldas furtivas
de un seno leve y esquivo,
tranquilo como la tarde
y dormido como el río.

Ya no esperan cielos limpios
sobre los sueños fingidos
que brotan en la penumbra
cuando apenas se respira
para no romper el tiempo...
Ya  solo escucho el silencio
de este pecho sin latidos
que atraviesa la mirada
de unos ojos sumergidos
en el llanto del destino.


Fotografía: Loles Basanta


martes, 8 de mayo de 2012

Tierra estrecha

¡Tierra estrecha de amargura
en la que duermen los sueños
y las grandes ambiciones
que volaban tras la gloria,
hoy sepultada entre olvidos
y apretada entre cenizas!

¿Dónde fueron las batallas
libradas contra el destino
para alcanzar la victoria
que brindaba sus laureles,
ya polvorientos y hundidos
bajo el peso de la nada?

Negra y eterna es la noche
que sucede a la mañana,
cuya belleza dorada
fue empañada por el tiempo
y reposa en el descanso
de este suelo sin memoria.

En el seno de esa tierra
se quedaron los jazmines
que brotaban en el pecho,
revueltos en la distancia
con dos luces que brillaban
y se borraron del alma.

lunes, 16 de abril de 2012

Celeste espuma














¿Quién no tiene, dormida en su memoria,
una tarde azul, intensa,
rebosante de celeste espuma,
que vuela en la distancia de una herida
y amanece en la niebla de la duda?

¿Quién no siente el rasguño de la historia
en las noches ciegas e indefensas
que confunden las garras con las plumas,
cuando el miedo llora en su guarida
y el recuerdo se aleja de la luna?

Aún se escucha el latido de la gloria
repicar con su cadencia lenta
en el pecho dorado de las musas,
pero ya no quedan besos ni mentiras
y la luz se congela entre la bruma.

miércoles, 4 de abril de 2012

Caminantes

Cien caminantes fueron
los que hollaron la vereda
que se esconde entre la selva
de los que nunca volvieron.

Sus pisadas son lamentos
en los lodos de un pantano
que ha nacido con el llanto
de quienes dieron su aliento,
retrocediendo en el tiempo
y entregando su pasado,
sin saber que al otro lado
les esperaba el destierro.

Hoy el olvido es infierno
para quien brindó con viento
y creyó que aquel camino
era su firme destino,
aceptando un juramento
y unas promesas que han muerto
entre el barro y los espinos.

viernes, 23 de marzo de 2012

Alondras negras

Negras eran las alondras
y triste la primavera,
con almendros y mimosas
florecidos sin colores
y alejados por la pena.

Ya no vuelven las miradas
a encender los frutos blancos
en los brazos de la espera...
y se mece en la distancia
el rescoldo de la hoguera.

Pero nunca será siempre
cuando lluevan las sonrisas
sobre las viejas promesas
que cantaban en la tarde
las alondras pasajeras.

lunes, 30 de enero de 2012

Al galope

Galope de corazones
tras una rama de olivo
que vuela desde el olvido,
sin atender a razones
escondidas en rencores
por el futuro perdido.

Hoy nos devuelve emociones
y nos levanta el castigo
que se perdió en el camino
de lejanas sensaciones,
tan hambrientas de ilusiones
que engañaron al destino.

Yo he visto esa pluma al viento,
detrás de un soplo divino,
oculto en sueños dormidos.
La he visto cambiar de acento
y arañar los sentimientos
con sus amores fingidos.

Pero el pecho se revuelve
con el vuelo del olivo
y, soltando los estribos,
es huérfano de la suerte
al cabalgar con la muerte
sin espuelas ni testigos.

jueves, 26 de enero de 2012

Sintra


Esas ramas portuguesas,
empapadas en nostalgia,
no eran plantas, sino rejas
de futuras maldiciones
que se volvieron prisiones
tan verdes como las hojas,
dormidas y perezosas
sobre la antigua vereda,
entre la neblina espesa.

La luna en cuarto creciente,
tu amor perdido en un sueño
de una tarde de jardines
y una mañana sin rosas.
Son once eneros los muertos
desde aquellos viejos muros
en los que llora la hiedra
y la luz nunca te encuentra.

Cuando las nubes se alejan
de los flecos de la historia,
mis ojos ya se desangran
en una herida incolora
que brota desde mi alma
y en el recuerdo se ahoga.
El palacio se hizo celda
y el castillo caracola
para trepar al olvido
y morir entre amapolas.

Pero allí, bajo la sombra,
nada me asusta o me inquieta
porque la llave que cierra
lo que la esperanza toca
es inútil carcelera
para enterrar la memoria
del invierno que te aleja
de los besos de mi boca.

lunes, 2 de enero de 2012

Destellos de grana

Entre destellos de grana
la noche se vuelve oscura,
tras un reflejo de plata
que se esconde en la penumbra
y cruza bajo la luna
como una sombra callada.

Es un grito que me inunda
con su llanto la garganta:
los besos se vuelven tumbas
y epitafios las miradas.
Ya no vuelan alas blancas
cuando doblan las campanas,
solo un recuerdo que alumbra
tantas tristes madrugadas
desde el silencio me llama...
y en la memoria se apaga.