Entre el amor y el silencio
un corazón se ha perdido:
se durmió con el verano
y
despertó con el frío.
Atrapadas por la luna,
por la noche y el destino,
siete estrellas se ocultaron
bajo el manto del olvido.
Si a veces brillan fugaces
e iluminan los sentidos,
es que el sueño vuela triste
y madrugan los suspiros.
Son luciérnagas de paso
que se ahogan en el río,
en el río de un recuerdo...
que ya no es tuyo ni mío.
Fotografía: José Luis López Moral