Detrás de esa reja duerme
un sueño que nunca cesa...
que respira primavera
desde abril hasta noviembre.
Un sueño dulce, que mece
su nostalgia y su tibieza...
que sufre, calla y espera
tardes para siempre ausentes.
Pero el hierro sigue firme
y el muro se yergue altivo,
despiadado... inaccesible.
Fuera el mundo ha florecido,
dentro la vida es más triste...
y mi amor es tu castigo.
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