la senda perversa
de la noche cierta,
de la tierra amarga
cubierta de niebla.
Alumbras sin alma
la vida que espera,
escondida en calma
tras una mirada
dulce y despiadada.
Apagas las sombras
y enciendes las horas,
pero siembras lluvia
sobre la esperanza...
cuando rompe el alba.
Paco, muy bueno!
ResponderEliminarGracias