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viernes, 11 de febrero de 2011

Lisboa muerta


No puedo apagar tu imagen.
No puedo borrar tu noche
ni ensombrecer tus mañanas.
Tantos tejados risueños
trepando por tus colinas
en mi pecho son heridas
y dolor en mis recuerdos.

Tus iglesias me amortajan
y tu cielo me deshace,
arrojando mis cenizas
a tu estuario de plata.

Y, al final de la nostalgia,
lloran tus piedras eternas
sobre la mirada muerta
de aquel laberinto blanco,
con sus palacios extraños,
que me escuece en la memoria
y en el corazón me mata.

6 comentarios:

  1. Gracias Paco! qué maravilla, Lisboa..., la Paparrucha, el Chinese, Oeiras, Praia de Rey, tantos sitios,...

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  2. Mi ciudad soñada.
    La de las siete colinas, la de los largos paseos por avenidas amplias y llenas de historia, de casas con portalones tapizados con azulejos.

    Que quesos, vinos, pescados......

    Esta ciudad me espera nuevamente.

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  3. Qué puedo decirte Paco,si tu lo dices todo en cada poesía!!!
    Me he quedado anonadada! Abrazos!!!

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  4. Francisco, en su poesía se encuentra el deleite de viajar por la historia al ritmo cadencioso de unos versos que armonizan con las imágenes construidas con un estilo muy exquisito propio de alguien que domina el arte de embellecer el universo con las palabras.

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  5. Me encanto este poema desgarrado sobre la ciudad de la nostalgia, una ciudad que me acoge como segunda morada. Te dejo un texto de prosa poética que me inspiraron sus imágenes. Espero que lo disfrutes como yo el tuyo.
    http://wp.me/pwJx2-Cm

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  6. No hay duda que cada lugar no es una única realidad objetiva, sino tantas como son vividas y sentidas por cada uno de aquellos que tiene o ha tenido que ver, en algún momento, con él. La Lisboa de tu poema a mi, siéndome ajena, me resulta reconocible, pues, aunque mi sentimiento hacia ella es fundamentalmente amable y festivo, en el fondo, contemplar su progresiva decadencia física, siempre me deja una sensación de melancolía.

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