En mis manos se deshacen
tus rosas y tus silencios.
Mis ojos pétalos fueron
en el jardín de tus besos
y si floreció el rocío,
sin primavera ni espejos,
fue porque allí se quedaron
en su propio llanto ahogados,
tristes, heridos... y presos.
A Juan Ramón Jiménez (28).
Hermoso, tierno y profundamente sentido.
ResponderEliminarPrecioso!! :)
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