Delicada y poderosa
fue la respuesta del tiempo.
Al abrir aquella tumba,
estaban frescas las rosas
y marchitos los recuerdos.
En la lápida rezaba,
grabado sobre el granito,
el epitafio maldito
que cinceló con sus versos:
No me esperes ni me nombres
que mi amor fue sólo viento...
Es increíble,Paco,como has podido pintar en palabras una escena tan fuerte... Benditas las manos que pueden escribir con tanta belleza lo que la inspiración les dicta!Felicitaciones y un fuerte abrazo!!!
ResponderEliminarla triste partida del amor , eterna despedida del alma !! <3
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