sobre el azul de la brisa
fue una esperanza con alas,
no luciérnaga temprana
ahuyentada por tus prisas.
Y, aunque la noche la llama,
es una nube de olvido
que, orgullosa en la mañana,
quiere pensar que el destino
fue tan solo una mirada...
sin recordar que volaba
cuando su sueño era el mío.