Un poema que adquiere un sentido más profundo e intenso, cuando lo escuchamos en la excepcional voz del maestro Rafael Turia...
Esperaré.
Esperaré
hasta que el mar y la luna
lleguen
a cubrirte con su espuma,
a
que vuelvas a soñar una mañana
que
la noche es triste, y que en la bruma
hay
una sombra oculta que te llama
y
te envuelve con su voz dulce y oscura.
Esperaré
a que el sol encienda el valle,
a
que crezcan los volcanes de la tarde,
derritiendo
el horizonte con su aliento.
A
que sueñes otra vez, sin despertarte,
que
has escrito en las nubes del recuerdo
lo
que siempre me dices al mirarme.
Esperaré
a que vueles hacia dentro,
a
que vengas al encuentro
de
tus ojos, de tu piel y de tus manos,
a
que escuches a la hoguera de tu cuerpo
descargando
la tormenta de tus besos
sobre
el campo desierto del silencio.
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