Ella soñó que había vuelto.
Y aquel perfume encantado
que era luz en su memoria
se hizo en la noche recuerdo
para iluminar un tiempo
extraño, triste, callado...
y alejado de lo eterno.
Hoy ya está junto a su tierra,
con sus amores y el viento,
asomada a los balcones
que flotan sobre el espejo
escondido de su río.
Ya es la dueña de un destino...
que despertó del olvido.
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