Llueve.
Sobre el andén desolado,
sobre el amor, sobre el duelo
llueve.
Ya no vuelan despedidas
ni los pañuelos dibujan
esperanzas y recuerdos,
entre la tarde y el cielo.
Llueve.
Sobre el cristal, sobre el suelo,
sobre los hierros callados
llueve.
Hasta el tiempo se ha borrado
de los relojes cansados
y de las ciegas ventanas,
espejos muertos del viento.
Llueve.
Sobre las promesas rotas,
sobre tu ausencia y el llanto
llueve.
Sin que se escuche un lamento
o el dolor de una tristeza,
se aleja un tren que no vuelve
y sobre el silencio... llueve.
Hermoso poema,conmovedor,cautivante y elevador del espíritu,que invita a la creatividad de "soltar"sentimientos...tranformados en poemas...
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