Una lágrima callada
en el hielo ha florecido,
escapando del desprecio
de un amor desfallecido
que se murió en el silencio
y tres veces ha mentido.
La primera fue a la sombra
de unas alas que volaban
sobre tardes ya lejanas,
huyendo de su castigo
entre mimosas y alondras
que negaban su destino.
La segunda en un suspiro,
que me llegó de su pecho
tan triste como fingido...
y suave como ese beso
que se durmió entre amapolas,
despertando en el vacío.
La tercera, una mirada
de nieve, viento y rocío
que amaneció, sin saberlo,
entre el invierno y el frío...
Tres mentiras tatuadas
en la noche del olvido.
Tres mentiras y una verdad: unos versos muy bellos, capaces de tocarnos el fondo, aunque sea un instante.
ResponderEliminarMuy emotivas letras del alma de un poeta dolorido
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