Lunas azules, cansadas,
que iluminan la tristeza
de tantos sueños perdidos
en los mares de la noche,
de las prisiones del tiempo
los tibios amaneceres
que humedecieron mis ojos
con el llanto de mil versos.
Lunas azules que lloran
aguamarinas heladas
por el azote del viento
mientras escuchan, calladas,
las espinas de un lamento
que vuela con alas negras
sobre colinas y cerros,
sin alcanzar su destino
ni llegar nunca a tu pecho.
Lunas azules de agosto,
encendidas en el cielo
y repetidas dos veces
entre luceros y besos.
Lunas que viajan muy lejos,
pero que vuelven colgadas
entre nubes y recuerdos
para congelar el alma
con la luz de su reflejo.
Muy hermoso poema, precioso me encanto
ResponderEliminarescribes bello un beso
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Lunas azules que lloran aguamarinas… ¡Qué bonito!. Poesía , con “P” mayúscula.
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