que son cuna de delfines y sirenas.
Nadaré sobre las olas de canela,
bautizando siete estrellas con la espuma
de mi nave, que navega sin cordura
por los mares de la noche y de la espera,
desprovista de aparejos y de velas.
Hoy son islas lo que ayer fueron volcanes
y su lava se hizo miel en sus laderas,
y se funde con los besos que atraviesan
arrecifes y tormentas y huracanes,
reposando en la ensenada de una tarde
escondida entre caricias y lunares
que ilumina mi amargura y tu ceguera.
Mi aplauso a tu poema. Un beso.
ResponderEliminarMe encanta, aunque esta poesía no parece haber sido escrita un jueves, sino un viernes.
ResponderEliminarBellísimo!
ResponderEliminarUna reflexión muy romántica .Muy de mi agrado .
ResponderEliminarGracias !!