![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9itH-LlL55TEhXUvOoy5qhCeGo32yUxeqp7PM5EfnJN0_ekny51wfTuBD2x9deiTr5ejynXTZLoEmooKA6cCZM6VtQ1_rZGs3EMfhp9TRea9V_WrNuBuAy2wF1wgOwEKuC9dpETdpx2xS/s400/Ocho+azul.gif)
Tal vez no hubo ni un ocho,
preso en el calendario
de esa primavera eterna
en la que estuve dormido
y en la que nunca despierto.
Juan Ramón nos engañó
con sus poemas y versos,
escondidos en el tiempo
de quien, un siglo después,
sigue creyendo que el viento
fue gaviota y no sueño,
mentido por un olvido
que lucha contra la vida
y va gritando el silencio.
Esta noche no existió.
Solo fue un suspiro hueco
que hizo girar la veleta
de un corazón sin destino,
perdido entre los recuerdos
de tantos amores muertos.
Precioso homenaje!
ResponderEliminarGracias Paco!
Y yo me pregunto, ¿existiremos nosotros Paco?, no seremos solo el invento de esta maquina virtual sin mas corazón que una vibración perdida en el espacio y el tiempo, ¿estamos hoy aquí?, ¿estuvimos anoche?, ¿ fue ocho?, ¿ existió un calendario alguna vez con ese numero encerrado?.
ResponderEliminarEn toda esta hipocresía del espacio tiempo tal ves somos solo el sueño de algún desquiciado aparato de la cibernetica y tu ya estas muerto y yo ni siquiera nací.-
Quien puede saberlo a ciencia cierta.-
Yo sí lo sé, Hugo:
ResponderEliminar...
Yo ya sé que no estoy vivo.
Porque las mañanas llegan
y el amanecer es frío.
Porque mis ojos no pueden
abrirse sin ser un río.
Porque el sueño está cerrado
y tus besos se han perdido.
Quien es capaz de despertar sueños con su poesía, no puede estar muerto.
ResponderEliminar