vestido de amargura,
sereno como el reo
que espera su destino.
Sin sombra de tormenta,
cansado en su retiro.
Quedaban ocho meses
y yo era solo un niño,
debajo de una lluvia
con besos de platino.
El banco se ha secado,
el árbol se ha dormido.
No hay agua ni torrentes...
no hay rastro de un suspiro.
¿Tal vez es tu mirada
la luz que se ha perdido?
Llego a tu blog desde Fb donde solicitaste mi amistad y descubro estos versos tque tan bien plasman el sentimiento que fluye desde esta imagen. Enhorabuena. te sigo.
ResponderEliminarQué buen poema acompañado de la imagen.
ResponderEliminarBonito blog, espero leerte de vez en cuando.
http://www.azucarycenizas.blogspot.com.es
Bello Blog" y maravillosas letras. Saludos.
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