fiel reflejo de la vida,
que surge como un torrente
entre la noche y el día.
No me preguntes mañana
si fuiste musa escondida
para una espera tan larga,
sin miradas ni sonrisas.
Con el fulgor de la herida
todo regresa a un pasado
desprendido, todavía,
del rumor de aquellos pasos
que murieron lentamente
cuando, descalzos, corrían
entre el recuerdo y la suerte
por tus veredas vacías.
Fotografía: José Luis López Moral