viernes, 28 de enero de 2011

La playa infinita

El luminoso espejo de la nada
refleja la tristeza del destino
que se oculta en el profundo olvido
de tu mar dorado y escarlata.

Una playa infinita, despiadada,
sepultura de besos y caminos,
fue la recompensa de un castigo
que borró el futuro que soñabas.

Tu vida se durmió en la eterna espera,
ardiente y fría, por el dolor vencida,
a merced ya del viento y de las dunas.

Un corazón vendido es sólo arena
que apenas cubre engaños y mentiras,
fingiendo soles y escondiendo lunas.

2 comentarios:

  1. No hay actividad más amena
    que escribir de nuestras angustias e iras
    cuando después de hacerlo, éstas son nulas

    Un abrazo!

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